Para la formación, una de las repercusiones negativas que más afectan a las vecinas de la ciudad, especialmente quienes residen en el entorno más cercano al citado recinto, es la falta de descanso debido al excesivo nivel de ruido que genera la feria y a lo prolongado del mismo en el horario nocturno.
Esta realidad de excesivo nivel de ruido, sostenido en el tiempo durante varios días, afecta al descanso y, por tanto, al desarrollo de la actividad diaria de jóvenes, mayores y niños. Dentro de este colectivo, al que la feria se dirige de manera especial, el exceso de ruido tiene, además, un efecto disuasorio para familias con niños y niñas con necesidades especiales como, por ejemplo, aquellos con diferentes Trastornos del Espectro del Autismo, que quedan, por tanto, excluidos de participación.
Unidas por Mérida pone el acento en esta realidad, pero también alerta de la falta total de adecuación reglamentaria al respecto, situación que denuncia y propone que sea solventada en esta próxima feria teniendo en cuenta la repercusión del ruido tanto en términos de descanso como en relación a garantizar una más amplia e inclusiva participación y disfrute de la misma.
Se propone, por tanto, que para la próxima feria quede limitado el horario de emisión de ruido hasta las 2 a.m. en el periodo completo de la misma y que, a su vez, idénticamente se restrinja en un horario de asistencia infantil comprendido entre las 19h. y las 22h. Así mismo, se insta al Ayuntamiento a que se trabaje para dotar al evento de una regulación adecuada en estos mismos términos.
Con esta propuesta, además de adecuar la reglamentación, Unidas por Mérida considera que se contribuye a recuperar una feria más amable, que recupere el sentido festivo, de ocio y convivencia para vecinos y vecinas de todas las edades, que sea más inclusiva y con especial atención a los más pequeños, pero también para los trabajadores y trabajadoras que hacen posible el evento (servicios de hostelería, policía, protección civil, etcétera).