Unidas por Mérida (Izquierda Unida – Podemos) se muestra en contra de la adjudicación del contrato para el patrocinio publicitario del Festival Stone & Music, y pide al equipo de gobierno que explique cual es el motivo por el que el importe se ha incrementado en un 100% con respecto a la edición anterior.
El importe destinado a esta promoción ha observado un incremento injustificado con respecto a la edición del año pasado, de tal modo que si bien durante 2019 se gastaron 100.000€ para la promoción del Stone & Music, en la presente edición este importe alcanzará la cifra de 200.000€, es decir, el doble que el año anterior.
La decisión del ayuntamiento de conceder dinero público para la promoción de este festival adquiere sus verdadera dimensión si tenemos en consideración que el dinero destinado a la promoción de Stone & Music Festival (200.000€) es superior en incluso al presupuestado para la promoción del Festival de Teatro Clásico de Mérida, (176.538,64€), cuando resulta evidente que la relevancia del Festival de Teatro Clásico es cualitativamente superior a la celebración de cualquier festival de conciertos organizado por un empresario privado.
La adjudicación del contrato por el valor de más de 200.000€ para promoción y publicidad del eventoresulta absolutamente desorbitada e improcedente desde el momento en el que la afluencia de público a los distintos conciertos de la edición pasada supuso el lleno absoluto en buena parte de los conciertos.
La inversión de dinero público para la promoción de un festival que alcanza los niveles máximos de ocupación que permite el aforo del Teatro Romano de Mérida carece de sentido, puesto que el fin último de la subvención es el dar a conocer una serie de conciertos que ya no admite más espectadores, por lo que resulta imposible que la puesta en marcha de la campaña publicitaria mejore los resultados de afluencia de público, y por tanto, se incremente el número de visitantes que acudan a nuestra ciudad.
Esta situación adquiere tintes aún más sorprendentes desde el momento en el que el número de asistentes a los conciertos se verá reducido por las limitaciones que impone las medidas de reducción de aforo y distanciamiento social provocadas por la normativa aprobada con motivo de la pandemia del Covid-19, y que tanto el gobierno municipal y los promotores del festival parecen no haber asimilado.
Así, no alcanzamos a entender cuales son los motivos que justifican el otorgamiento de subvenciones públicas destinadas para la publicidad de un negocio privado que –de acuerdo con los datos publicados- resulta absolutamente rentable y del que disfruta en una gran proporción un público que procede de nuestra propia ciudad o de municipios de nuestra región.
Desde Unidas por Mérida, lamentamos que el gobierno de Osuna no alcance a distinguir los límites que distinguen lo privado de lo público y les rogamos que a partir de ahora gestionen con mucha más responsabilidad un dinero que no es suyo, ni de su gobierno.