Unidas por Mérida (Izquierda Unida – Podemos) afirma que las bases de convocatoria para la selección de puestos de trabajo de trabajadores sociales vulneran los derechos de las personas que quieran aspirar al puesto, imponen requisitos ilegales y acusa a la delegación de personal de falta de transparencia en el proceso.
El proceso selectivo convocado por el equipo de gobierno está plagado de irregularidades que evidencian la nulidad de las actuaciones llevadas a cabo y la mala fe de la delegación de personal en el diseño del proceso.
Las bases de la convocatoria por las que se regula este proceso carecen del cumplimiento de requisitos mínimos como es la publicación de las mismas en el diario oficial de la provincia, lo que implica una falta injustificable de transparencia en el desarrollo del proceso, que el delegado de personal difícilmente podrá explicar.
Las condiciones dispuestas para la presentación de solicitudes adolecen de defectos muy graves, como es la obligación de registrar la solicitud mediante registro electrónico, que además de discriminatorio, supone una obligación que, en ningún caso, puede imponerse a los aspirantes en un proceso selectivo de acuerdo con lo dispuesto por la legislación básica del Estado, que la delegación de personal suele vulnerar sin reparos.
Por otra parte, algunos de los méritos dispuestos en las bases resultan tan absurdos como contrarios a la normativa, tal y como ocurre con la posibilidad de acreditar conocimientos en materia de contratación administrativa, ya que no guarda ninguna relación con los cometidos que legalmente están reconocidos en el desempeño del puesto de trabajo de un titulado en trabajo social, y que, por tanto no pueden ser objeto de valoración en favor de ningún candidato/a.
Estos y otros motivos, han sido la causa por la que entidades como el Colegio Profesional de Trabajadores Sociales han decidido poner a disposición de sus colegiados un modelo de recurso para la impugnación de unas bases que, además de injustas, resultan ilegales.
La decisión de la delegación de personal resulta aún más absurda desde el momento en el que el grupo municipal de Unidas por Mérida advirtió expresamente al delegado de personal de los efectos de incluir este tipo de circunstancias en un proceso selectivo, sin que evidentemente haya surtido ningún efecto, por lo que hacemos pública nuestra profunda decepción sobre la nula consideración de las valoraciones técnicas que aporta este Grupo Municipal ante las iniciativas y consultas que presenta este ayuntamiento de Mérida.
Desde Unidas por Mérida consideramos que los procesos selectivos realizados por el Ayuntamiento de Mérida son un claro ejemplo de arbitrariedad y mediocridad, que que solo podemos calificar como una desfachatez, por parte de un gobierno que parece jugar constantemente con las expectativas de todas aquellas personas que pretenden mejorar sus condiciones de vida obteniendo un empleo por méritos propios.