Unidas por Mérida (Izquierda Unida – Podemos) acusa a los grupos municipales del PSOE y del PP de emplear el dinero público a fines distintos de aquellos para los que les ha sido concedido. Según los datos ofrecidos por la Intervención municipal del ayuntamiento de Mérida, durante el periodo comprendido entre 2017 y 2020, el PSOE y el PP emplearon los fondos asignados por el ayuntamiento para subvencionar la actividad política de sus grupos municipales a fines distintos de aquellos para los que están reservados, como por ejemplo, la celebración de comidas, gastos de protocolo, contratar así mismos los servicios o instalaciones de su propio partido, o abonar los gastos de luz, agua y electricidad de las sedes de su propio partido.
Así, durante este periodo, los grupos municipales de ambos partidos han presentado facturas de comidas celebradas por los respectivos grupos por un valor de 6.275,60€, de los cuales 4.088,5€ corresponden al PSOE y 2.187,10€, al PP, de los cuales 711,25€ – en este último caso- están incluidos en el epígrafe de “gastos protocolarios”. Del mismo modo, entre los años 2017 y 2020, el grupo municipal del PSOE destinó 20.100€ para el alquiler de las instalaciones de la sede de su propio partido en Mérida, lo que podría constituir un fraude de ley, pues resulta evidente –y vergonzoso- que el alquiler por parte de un grupo municipal de la sede de su propio partido no es más que una forma de destinar fondos del grupo municipal a la financiación del partido, ya que los miembros de grupo municipal del PSOE pueden utilizar gratuitamente la sede su propio partido.
En este mismo sentido, el grupo municipal del PSOE pagó durante los ejercicios 2017 y 2019 los gastos de suministro de luz, gas y agua de su sede local, por un importe total de 1.620€. Asimismo, este mismo grupo municipal destinó un importe de 12.494€ del dinero público que recibe para “contratar” los servicios jurídicos de su agrupación local, en un acto que repite la misma lógica que lo acontecido con el alquiler de las sedes, pues es evidente que el grupo municipal del PSOE puede recibir asesoramiento de su propio partido de forma gratuita.
De este modo, el mismo partido que presentó al pleno un acuerdo en diciembre de 2017 para garantizar que el dinero público facilitado por el ayuntamiento a los grupos municipales se empleara únicamente para la financiación de la actividad política de cada uno de ellos, es precisamente el que ha destinado una proporción mayor de sus recursos y convierte la letra del acuerdo en papel mojado, visto además que con la letra del acuerdo en la mano, estos gastos son perfectamente asumibles.
Desde Unidas por Mérida, entendemos que destinar dinero público para pagar comidas de los/as concejales, gastos de sede, o encubrir la financiación de los partidos como gastos de actividad de un grupo municipal, son comportamientos inasumibles desde el punto de vista del sentido común e –incluso- de la decencia, así como un insulto a los vecinos y vecinas de nuestra ciudad.
Mención aparte merece la actitud del alcalde con respecto a las circunstancias que rodean a estos gastos, vistas las declaraciones que realizó hace apenas unos días, en los que expresaba con toda vehemencia que “el dinero público es sagrado”; una afirmación que, a la vista de los datos recogidos por la intervención municipal, convierten las palabras del alcalde en una farsa.